En baloncesto, tiro libre es un lanzamiento a canasta que se produce siempre desde la misma posición, desde una línea situada a 4,60 metros del aro, y que normalmente se procude como consecuencia de una sanción por decisión arbitral, ya sea una falta personal o una falta técnica.
Cada lanzamiento de tiro libre anotado otorga un punto al equipo que lo realiza. A pesar de ser el lanzamiento que menos puntuación otorga, resulta extremadamente importante en la resolución de un partido, ya que por lo general son muchas veces las que un equipo acude a la línea de tiros libres a lo largo de un partido. Al ser un tiro mecánico (siempre desde la misma posición, siempre con la canasta a la misma distancia, sin oposición), los porcentajes de anotación entre profesionales, e incluso entre deportistas amateurs suelen ser altos.
Según el artículo 57.1.1. del reglamento del baloncesto FIBA, un tiro libre es una oportunidad concedida a un jugador para que consiga un punto sin oposición, desde una posición situada detrás de la línea de tiros libres y dentro del semicírculo. Deberá lanzarse antes de cumplirse 5 segundos desde que el árbitro le entrega la pelota al jugador, y éste no podrá pisar la línea hasta que el lanzamiento no haya tocado el aro o haya atravesado el mismo. El resto de jugadores se podrá posicionar en los laterales de la zona alternativamente, siendo posible situar 3 jugadores el equipo defensor y 2 el equipo atacante, esperando el posible rebote.
Son varias las situaciones en un partido en las que un jugador se dirige a la línea de tiros libres:
Falta personal de tiro. Cuando un jugador con el balón en posesión se encuentra en situación de lanzar a canasta y el defensor comete sobre él una falta, se concederán 2 tiros libres.
Bonus. Cuando un equipo supera las 4 faltas personales conjuntas, todas las faltas a partir de ese momento se concederán de tiro.
Falta técnica. Cuando el árbitro señala una falta técnica (penalización provocada por una protesta o un comportamiento incorrecto en la pista).
Falta antideportiva o flagrante. Antiguamente denominada intencionada, se procude cuando un jugador comete una falta personal sin opción de jugar el balón, o parando antideportivamente una situación de ataque.
Segmentos implicados en el estudio:
1. Mano
2. Brazo
3. Hombro
4. Tronco
5. Piernas
6. Un balon baloncesto de 330 gramos.
El cuerpo se eleva en línea recta. El tronco no se mueve para impulsar.
El balón sube por la sien derecha a la posición de tiro encima de la cabeza. Los brazos formando 90 grados, la muñeca neutra y tocando el balon con la yema de los dedos abiertos ligeramente, el balon debe sostenerse con la mano dominante y la otra solo debe ayudar a seguir una trayectoria hacia la canasta, el tronco simulando semisentado, las piernas ligeramente flexionadas, los pies a la medida de los hombros y lo mas cerca de la linea de tiro sin tocarla logrando u centro de gravedad estable por unos segundos.
La cabeza está en posición normal en todo proceso. Los ojos miran al aro, no siguen la trayectoria del balón.
El brazo se estira coincidiendo con la extensión de las piernas.
La mano de apoyo sólo debe de ayudar en la subida a la posición encima de la cabeza con el balón descansando en la mano de lanzamiento. De forma que una vez realizado el tiro, se vea claramente la mano izquierda y parte del antebrazo por encima de la cabeza. La mano de apoyo mantiene el equilibrio del balón desde su posición lateral.
El balón sale dando vueltas en dirección contraria al balón por la acción de la muñeca, de la mano de lanzamiento que se extiende señalando el aro como si se quisiera meter la mano dentro de él.
Los dedos de la mano de apoyo quedan señalizando el techo.
Defectos más corrientes
Apoyar la palma en el balón o crear demasiado hueco por la inadecuada posición del dedo pulgar.
La muñeca de la mano de lanzamiento no se flexiona al tomar el balón.
Dedos juntos.
Inadecuado ángulo de flexión de los codos.
Balón excesivamente ladeado, centrado o detrás de la cabeza. El balón debe de situarse al lado de la sien, entre la cabeza y el hombro, alineado con la cadera, codo y muñeca. El codo de la mano de lanzamiento debe de estar alineado con la rodilla y la puntera del pie.
Extensión incompleta del brazo y de la muñeca.
Codo de lanzamiento hacia fuera.
Mal posicionamiento del balón, o bien hacia delante o hacia detrás.
Bajar los brazos demasiado pronto y no mantenerlos estirados.
Salto excesivo.
Mala posición de pies antes del lanzamiento.
Mirar la trayectoria del balón.
La mano de apoyo no se sitúa lateralmente.
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